La irrupción e influencia actual de las redes sociales en la opinión pública han puesto en jaque al periodismo, obligándolo a adoptar estrategias diferentes sobre las formas de hacer y pensar en esta profesión.
Por Koko Zavala. 29 noviembre, 2018.José Neyra, egresado de la Facultad de comunicación de la Universidad de Piura, actual director del diario El Tiempo, detalló su experiencia en este diario en la era digital, en el foro “Periodismo político, desafíos de la profesión informativa en un entorno digital”, organizado por el área de Prensa Escrita de la mencionada Facultad.
Neyra abordó la situación de los medios impresos antes de la aparición de Google, indicando que el periodismo era entonces una obra de arte que se esculpía a diario, al golpe de las teclas en un ambiente de aroma y café. Los periodistas eran sabuesos que seguían pistas, indagaban, entrevistaban y escribían. De este tipo de periodistas salieron talentosos escritores y poetas, señaló.
Neyra agregó que antes de la era digital, el periodismo tradicional se ejercía por la regla de la pirámide invertida, el reportaje, artículos de opinión y crónicas, géneros que han cambiado radicalmente por las reformas de la comunicación. Los periódicos se alimentaban de fuentes oficiales o privadas. Por eso, era obligatorio tener reporteros en los municipios, poder judicial, congreso, policía y partidos políticos.
Neyra precisó que actualmente, se trabaja pensando en la inmediatez, y los medios dependen de la “disrupción creativa” para satisfacer las demandas de contenidos que dictan las nuevas audiencias y ofrecer cobertura continua y diversificada, de todos los matices que concurren en un episodio noticioso y combinar textos, videos, gráficas o imágenes animadas para lograrlo. Todo esto, dijo, ha traído como consecuencia una verdadera revolución en este oficio.
Periodismo político
Al referirse a esta área, Neyra señaló como desafíos cambiar la noticia monótona y aburrida, que no tiene en cuenta que el lector ha cambiado y hoy vive a la carrera con poco tiempo para leer algo extenso y aburrido sobre política. No todo lo que escribimos le interesa al lector. La redundancia o informaciones sobre lo que ya se sabe es otro desafío por superar. “Los periódicos cometerían suicidio si publican las mismas noticias de las redes sociales”, sentenció.
También manifestó que hoy todo el mundo informa, imponiéndose la figura del periodista sin periódico, convirtiendo a las redes como el mejor canal para informar, aunque claro está, sin rigor periodístico. La irrupción de las fake news o noticias falsas deja un grave pasivo para la prensa: la credibilidad. Estas noticias se publican con la intención de engañar y confundir políticamente, a menudo con titulares sensacionalistas.
“La inmediatez que exige el periodismo digital, impide compatibilizar ésta con otros principios del periodismo tradicional como el rigor y el contraste de la información, donde el factor tiempo es fundamental, es otro de los desafíos del periodismo impreso.” Acotó.
Periodismo radial
Por su parte, Cindy Chanduví Palacios, una de las principales voces de radio Cutivalú, a referirse a “La incursión del periodismo político radial en las redes sociales” indicó que todo medio de comunicación, como Cutivalú, responde a un proyecto político, que es muy distinto a lo partidario o militancia en una agrupación política. “La política para nosotros es la apuesta o posición que tenemos para seguir uno que otro tema que van de acuerdo a nuestra línea editorial”.
“Para nosotros, las redes sociales son un canal, una forma de informar, cuya esencia no depende del uso que demos a cualquier plataforma de internet, sino que está en el mensaje que llevamos a la población”
Radio Cutivalú, dijo, está en la región hace 32 años, promovida por la Compañía de Jesús y para su incursión en las redes, lo primero que se hizo fue crear el fan page y la capacitación en el manejo de las redes sociales vino después.
Consideró como retos importantes la independencia del periodista y la credibilidad del medio, la actualización y capacitación del personal; la innovación de herramientas y equipos de trabajo, y buscar la sintonía con el lenguaje de los cibernautas, sin perder su esencia.